6 Llegó Jusay donde Absalón y Absalón dijo: «Ajitófel nos ha dicho
esto. ¿Debemos hacer lo que dice? Si no, habla tu.»
7 Jusay dijo a Absalón: «Por esta vez, no es bueno el consejo de
Ajitófel.»
8 Añadió Jusay: «Tú ya sabes que tu padre y sus hombres son gente
valerosa y están exasperados como una osa salvaje a la que han quitado sus
oseznos. Tu padre es hombre de guerra y no permitirá que el pueblo
descanse durante la noche.
9 Ahora estará escondido en alguna caverna o en algún lugar. Si caen
al principio algunos de los nuestros se correrá el rumor y se dirá: Ha habido
un desastre en la tropa que sigue a Absalón.
10 Y sucederá que incluso los más valientes, cuyo corazón es como
corazón de león, perderán el ánimo, porque todo Israel sabe que tu padre es
esforzado y que son valerosos los que están con él.
11 Por eso te aconsejo que reúnas en torno a ti a todo Israel,
desde
Dan hasta Berseba, como la arena que hay en la orilla del mar, y
tú
marcharás en persona en medio de ellos.
12 Nos acercaremos a él en cualquier lugar en que se encuentre,
caeremos sobre él como cae el rocío sobre la tierra y no dejaremos con vida
ni a él ni a uno solo de los hombres que le acompañan.
13 Si se recoge a una ciudad, todo Israel llevará cuerdas y la
arrastraremos hasta el torrente, de modo que no se pueda hallar en ella ni un
pedrusco.»